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Mi nombre es Elend. Winter. En realidad no, pero prefiero que me conozcáis por ese nombre.
Sí, Elend.
Escribo bastante, a veces para plasmar esas ideas que explotan en mi cabeza como fuegos artificiales;
a veces para simplemente saciar al papel en blanco, y darle vida, forma, y color. Me encantan las galletas. Por eso espero que me dejéis bastantes :) (comentarios)

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Al final de un arco iris, hay una caldera de oro
lunes, 22 de marzo de 2010 16:33
Bien, la verdad, siempre creí este hecho. No me acuerdo exactamente dónde lo leí u oí, pero siempre he sentido curiosidad por saber qué hay al final de un arco iris.

¿Ropa, mujeres, hombres, joyas, un escarabajo pelotero, un elefante amarillo...?

Varias series parodian este hecho, (como todo lo demás) incluyendo en el mito de la caldera una tribu de gnomos locos avariciosos y, curiosamente, con vestimenta irlandesa. ( Véase leprechaun)


" Para nosotros los humanos ver un Leprechaun es prácticamente imposible. Un poquito más fácil es escuchar el sonido de sus martillos cuando están trabajando en sus famosos zapatos, eso sí, sólo en los bosques de Irlanda y en noches de luna llena. Si un humano tiene la suerte de verlos seguramente será porque están algo borrachos, debido a que en sus habituales festejos beben en exceso un tipo de cerveza elaborada de manera casera utilizando cebada, malta y hojas de trébol. La otra alternativa es que el que esté algo borracho sea el humano, en ese caso los Leprechaun lo rescatarán y lo ayudarán a volver a su casa sano y salvo, pero nadie podrá saber que fueron ellos porque sus zapatos mágicos no dejan huellas, ni siquiera en el recuerdo del rescatado.."

" Hay una sola manera bien segura de ver un Leprechaun: después de un día entero de lluvia se debe esperar escondido en un bosque de tréboles -sólo de tréboles- a que aparezca el arco iris en el cielo... y en el exacto punto en que sus rayos tocan el verde suelo de Irlanda, ahí mismo podrás encontrar un Leprechaun..."


Ciertamente, esto no resulta difícil de creer, dentro de lo fantasioso del tema. Resultaría demasiado extraño ver una caldera repleta de oro, sin nadie alrededor. No sé yo. A lo mejor los leprechaun guardan el oro y solo lo muestran a las personas que se les vaya suficientemente la pinza como para creer que los elfos existen. O no, quien sabe.

La cuestión es que me gusta este mito, y prefiero conservarlo. Es bonito, frugal y codicioso, no como los otros, modestos y llenos de irrealidades (repito, dentro de lo que cabe en este tema).

La verdad, cuando veo un arco iris, quiero ir hasta él, pero me da demasiada pereza. Bien porque siempre que lo veo voy en coche y no es plan de "oye, que me bajo, y si me atropellan en la autopista, da igual" o yo que sé, casi nunca voy andando cuando llueve y después hace sol (?). Lo de siempre, vamos. Seguramente, al final no habrá nada, por eso, seguiré creyendo que hay un gran caldero de oro tras esa cortina de irisados colores.

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