Mi nombre es Elend. Winter. En realidad no, pero prefiero que me conozcáis por ese nombre.
Sí, Elend.
Escribo bastante, a veces para plasmar esas ideas que explotan en mi cabeza como fuegos artificiales;
a veces para simplemente saciar al papel en blanco, y darle vida, forma, y color.
Me encantan las galletas. Por eso espero que me dejéis bastantes :) (comentarios)
Bien, pues me propuse escribir un relato breve, de esos que no tienen más de 100 palabras y te tienes que comer el coco para que todo tenga principio, trama, y desenlace con tan pocas palabras.
Escribí, y no sé si salió exactamente lo que esperaba, ya que mis relatos no suelen tener una estructura muy "organizada" que digamos. En fin, salió este pequeño relato breve de 71 palabras.
Vagamente alzó el pie en busca de la ingravidez, y tal vez, también en busca de su propia liberación frente aquella monotonía. Dibujaba figuras en el aire con sus pequeños dedos que parecían tiritar frente a las alturas, imaginando aviones, y mares, y pantanos en los que nadaba y se regodeaba de su infinita imaginación. Entonces bajaba su pie cansado, para recordar de nuevo, que no podía continuar imaginando por siempre.
Sí, corto, aunque más cortos son, los que voy a citar:
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí (El dinosaurio) A.M. -¿Olvida usted algo? -¡Ojalá! (El emigrante) L.L.
Y, porque me apetece.
En la noche fatal, viene por ella~ ¡Es la noche fatal, dulce maldad!
En la noche fatal, Anastasia.
